De acuerdo con la auditoría, la deuda y el déficit se duplicaron y, de mantenerse la tendencia, en diciembre de este año la entidad no podría seguir operando.
La gravedad radica en que la Nueva EPS es la prestadora de servicios de salud más grande de Colombia, con 11,5 millones de afiliados en todo el país.
Contexto de la intervención
En abril de 2024, tras el hundimiento de la reforma a la salud en el Senado, la Superintendencia de Salud intervino varias EPS, incluida la Nueva EPS. Según el Gobierno, las medidas buscaban “salvar un sistema en crisis y al borde del colapso financiero”.
Las deudas administrativas, los déficits y las obligaciones acumuladas con las IPS venían de varios años y diferentes gobiernos. El entonces superintendente Luis Carlos Leal señaló que tanto Nueva EPS como Sanitas no cumplían con requisitos financieros esenciales, como patrimonio adecuado y reservas técnicas.
Declaraciones del presidente Petro
En su alocución del pasado 12 de septiembre, el presidente Gustavo Petro denunció que en 2023 la anterior administración de la Nueva EPS habría “maquillado cifras” para subestimar la deuda real.
En 2023, la Nueva EPS hizo el mayor robo de todos [...] escondieron cinco billones de pesos de deuda”, aseguró el mandatario, señalando directamente a exdirectivos como José Fernando Cardona Uribe, Enrique Vargas Lleras y Noemí Sanín.
La Contraloría advirtió que la situación, lejos de mejorar, amenaza la estabilidad financiera del sistema de salud y la atención de millones de colombianos.
Fuente: Noticiero del LLano.