La tenencia, tráfico y comercio ilegal de fauna silvestre sigue siendo una actividad que afecta gravemente a la biodiversidad de la Orinoquia.
Al ser especies nativas de los llanos, su permanencia en Bogotá impedía que pudieran desarrollar comportamientos naturales.
Uno de los casos más impactantes fue el de 38 canarios costeños hallados en una gallera en Bogotá durante un concurso de canto.
Muchos de ellos presentaban síntomas de estrés por la manipulación, la exposición al ruido extremo y la pérdida prolongada de libertad.
Otro caso fue el de una tortuga charapita encontrada dentro de una caja en una empresa de envíos en Bogotá, sin información de su procedencia. Fue rehabilitada en un recinto termorregulado, donde recuperó comportamientos esenciales como el buceo, el asoleamiento y la exploración, demostrando condiciones óptimas para regresar a la vida silvestre.
Paola Campo, propietaria de la reserva natural Yurumí, dijo que esta es una segunda oportunidad para los animales liberados.
Redaccion: Noticiero del Llano
El alcalde de Puerto López, Pedro Velandia, celebró que Puerto López tenga una reserva como esta.
