La familia había sido obligada a abandonar su tierra tras hechos violentos, pero en 2022 el Tribunal Superior de Bogotá los reconoció como beneficiarios de restitución de tierras, ordenando la formalización del predio y la puesta en marcha de proyectos productivos que garantizaran su estabilidad económica y el restablecimiento de sus derechos.
En cumplimiento del fallo, la Unidad de Restitución de Tierras (URT) otorgó un subsidio de 40 salarios mínimos legales vigentes, con el que se implementó un proyecto agroforestal. En el terreno ya se han sembrado una hectárea de aguacate y otra de limón Tahití, acompañadas de plátano como sombrío transitorio, además de cultivos maderables de cacao y chontaduro.
El proyecto también incluye prácticas sostenibles como la lombricultura con lombriz roja californiana, junto con la compra de abonos, insumos, material vegetal y cercas.
De igual forma, la URT realizó el último desembolso para el componente de seguridad alimentaria, que contempló la entrega de 100 gallinas ponedoras y alimento balanceado, con lo cual se garantiza una fuente adicional de ingresos y nutrición para la familia.
Fuente: Noticiero del Llano.