Los recursos destinados abarcan la ejecución de la obra, los contratos de interventoría, los procesos de administración y gerencia del proyecto, así como la subterranización de líneas eléctricas y de telecomunicaciones, con el fin de consolidar una terminal aérea moderna, segura y estratégica que potencie la conectividad del centro-occidente colombiano.
Características de la primera fase
La primera fase contempla la construcción de una pista de 1.340 metros de longitud por 30 de ancho, lo que permitirá la operación de aeronaves de categoría internacional. Además, incluye plataformas para aviación comercial y general, calles de rodaje, franjas de seguridad en ambos extremos y sistemas de iluminación que garantizarán operaciones aéreas tanto de día como de noche, ajustándose a las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Con esta infraestructura se espera superar las restricciones del actual aeropuerto La Nubia de Manizales, cuya limitada pista y ubicación geográfica han condicionado por años la competitividad aérea de la región.
Impacto regional y social
El Aeropuerto del Café se proyecta como un motor de desarrollo económico y social para el Eje Cafetero. Durante la etapa de construcción se generarán 2.987 empleos directos, además de un número significativo de puestos de trabajo indirectos que impulsarán sectores como la hotelería, el comercio y el transporte.
En materia de conectividad, el nuevo terminal reducirá los tiempos y costos de desplazamiento de los viajeros. Actualmente, los pasajeros deben recorrer 59 km hasta el aeropuerto Matecaña en Pereira o 110 km hasta el aeropuerto El Edén en Armenia; con la entrada en operación del Aeropuerto del Café, la distancia se reducirá a tan solo 26 km desde Manizales, facilitando la movilidad y aumentando la competitividad empresarial y turística de la región.
Una apuesta estratégica
El proyecto no solo pretende resolver las limitaciones de infraestructura aérea, sino que también se enmarca dentro de la visión del Gobierno Nacional de descentralizar la conectividad del país, fortaleciendo los corredores económicos estratégicos fuera de Bogotá. Con el Aeropuerto del Café, el Eje Cafetero aspira a consolidarse como un nodo clave en la red de transporte aéreo nacional e internacional, con potencial para atraer nuevas rutas, inversión extranjera y mayor flujo de visitantes.
Fuente: Noticiero del llano