El director de la corporación, Jhorman Saldaña, destacó que estas herramientas representan un cambio significativo en la vida de las comunidades indígenas, pues permiten facilitar el trabajo tradicional de la mujer Sikuani, proveedora del alimento para las familias.
“Son máquinas que transforman la vida de sus habitantes. Facilitan el rallado de la yuca, respetando las costumbres y tradiciones, y fortalecen actividades que permiten a las familias vivir en armonía con la naturaleza”, afirmó el funcionario.
La yuca brava, base de la alimentación indígena, es utilizada para preparar casabe, mañoco y fariña, alimentos esenciales en la cultura del pueblo Sikuani. Con estas ralladoras, el proceso de transformación será más rápido y menos agotador, aumentando la producción y abriendo la posibilidad de generar ingresos adicionales a través de la venta de los productos.
Saldaña también hizo un reconocimiento a los indígenas por su relación armónica con el bosque y el territorio, ejemplo de sostenibilidad y respeto por la naturaleza en el Meta.
Fuente: Noticiero del Llano