
Según Morales, el próximo verano será particularmente drástico y es necesario replantear estrategias que garanticen el suministro para toda la ciudad.
El cabildante recordó su experiencia en el Inpec, donde trabajó en la cárcel de Villavicencio. Allí, dijo, se resolvió el problema de abastecimiento mediante la construcción de pozos profundos.
“El pozo profundo que teníamos, de más de 60 metros, satisfacía la necesidad de más de 2.000 personas privadas de la libertad. Nunca sufrimos por agua”, aseguró Morales.
El concejal insistió en que este tipo de alternativas podrían implementarse para responder a la creciente demanda de la capital del Meta.
Fuente: Noticiero del Llano